Laney L5-Studio & LT 112 Serie Lionheart

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Un equipo elegante, que gracias a la tecnología del Siglo XXI combina lo mejor de ambos mundos, sumando la tecnología clase A valvular con la digital.

A primera vista, el cabezal L5-Studio de Laney puede parecer un simple ampli valvular estilo retro. Pero en realidad es mucho más que eso, ya que toma prestadas características de por ejemplo, el preamp IRT-Studio en lo que a prestaciones digitales para grabación se refiere. Veamos…

El L5-Studio pertenece a la serie Lionheart de Laney. Es un amplificador valvular clase “A” de 5 watts con dos canales. Trae una válvula EL84 en su etapa de potencia y tres 12AX7 en el preamp. ¿Sólo 5 watts de potencia? dirá más de uno… Este cabezal, junto con su bafle LT 112, si bien está encuadrado dentro de los amplis boutique, trae prestaciones que lo hacen sumamente útil a la hora de encarar una grabación o hasta un ensayo profesional. ¿Por qué? En su parte trasera encontramos la respuesta.

Junto con su salida directa balanceada XLR con selector de emulación de parlante, el L5-Studio incluye conectividad USB con un control de nivel para grabación, y funcionalidad de re-amping. Esto significa que al igual que lo que sucede con el IRT-Pulse que testeamos en la edición Nº 32 o el IRT-Studio que probamos en la Nº 30, la señal seca que grabamos por línea puede volver al ampli y de ahí nuevamente a la compu, pero ya con la cantidad de distorsión y/o efectos deseados, seteados desde el L5-Studio.

Otras salidas son la de auriculares con su control individual de nivel y un switch para monitorear ya sea el ampli o la salida USB, loop de efectos en serie con switch de nivel (0 ó -10dB) y funciones de bypass, una entrada auxiliar para mini-plug, y dos salidas para parlante: una para la potencia total del equipo (5 watts), y otra para atenuarla (0.5 watts). También encontramos aquí las salidas para el footwitch que controla el cambio de canal y la reverb.

El panel frontal presenta -de izquierda a derecha- entradas Lo & Hi, volumen del canal clean con un switch de brillo para este canal, controles de ganancia (Gain) y de nivel (Volume) del canal distorsionado, junto con un switch de cambio de canal. La sección de ecualización es compartida por ambos canales, e incluye graves, medios y agudos, además de un pote de tono que sería algo así como una especie de presencia general. El ampli presenta también una reverb digital que simula acertadamente las viejas reverbs a resorte.

El bafle LT 112 de Laney viene con un parlante Celestion G12H 70 aniversario de 12” de 30 watts en 8 Ohms, y posee un look similar al del cabezal L5-Studio. En vez de la acostumbrada manija superior tipo valija, el LT 112 trae dos manijas laterales empotradas dentro del bafle.

Es bien sabido que el verdadero audio de un equipo valvular proviene de su etapa de potencia más que de su preamp. Y este Laney, al ser clase “A”, es la prueba de ello. El canal limpio o clean es cálido y preciso, con una suave saturación que se produce a medida que se le sube el volumen. En el campo de la distorsión, la cosa va desde registros bluseros hasta otros más rockeros. O sea, no estamos hablando de nada que se acerque al metal, sino de sonidos que podrían llegar, gracias a un buen humbucker, a los terrenos del hard rock. En resumen, un equipo elegante, que gracias a la tecnología del Siglo XXI, combina lo mejor de ambos mundos.

Importa y distribuye: Fama Music
www.famamusicgroup.com/ar