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Fender
David Gilmour Custom Shop


Si bien esta guitarra es por sí sola un instrumento de primerísima línea, cuenta con el agregado de ser la fiel reproducción de uno que claramente ha marcado el sonido de un gran artista.

 

Convengamos que no existen en el mundo muchas guitarras que ciertamente le hayan puesto su sello al sonido de la música de rock. Pero de lo que sí podemos estar seguros, es que la Black Strat de David Gilmour merece estar en el panteón de “los” instrumentos eléctricos de seis cuerdas.

LA DAVID GILMOUR Fender Custom Shop presenta un cuerpo de aliso con una terminación que a primera vista es muy simple (negra), pero que en realidad es de un color negro pintado sobre un esfumado (three-color sunburst). ¿Por qué? Pues porque se trató de respetar fielmente el color original de la guitarra de Gilmour, el cual llevaba este mismo tratamiento.
El pickguard de la guitarra es de una sola capa también de color negro, y el mango es de una sola pieza de maple de grano recto con 21 trastes. El resto del hardware se completa con una llave de cinco posiciones para los pickups, otra llavecita de dos posiciones de la cual hablaremos más adelante, un juego de clavijas vintage tipo Kluson, un puente American Vintage, y un brazo para el sistema de vibrato más corto que lo que sería el estándar en este tipo de sistemas.
En cuanto a sus pickups, la Black Strat viene con tres de simple  bobina: un Custom Shop Fat 50’s en el mango, un Custom Shop ’69 en el medio, y un Seymour Duncan SSL-5 en el puente. En cuanto a la “misteriosa” llavecita de dos pasos, ésta hace que en las posiciones 1, 2 y 3 de la llave de cinco, se le sume al seteo original el pickup del mango.
En lo personal tuve hace mucho tiempo en mi posesión una Strato de mediados de los 60s y algunas de los 70s, además de haber probado en alguna oportunidad una auténtica ’54. Y la verdad que esta Black Strat Custom Shop respeta fielmente el espíritu de aquellas guitarras. Su mango tiene el típico formato de aquellos años (Thin-Shouldered “C” Shape), que en lo personal me resulta muy cómodo, y que hace que las cuerdas puedan acercarse al mismo, de forma de favorecer tanto la digitación como los bendings o estiradas.

EN CUANTO A SU SONIDO, la David Gilmour Fender Custom Shop suena de la p*** madre. Ni más ni menos. El registro del mic del mango es lleno, con cuerpo, con buenos medios y excelentes graves. El pickup del puente le hace juego a la perfección, brindando los clásicos agudos de Fender, pero que están lejos de los reistros brillantes y vidriosos de algunas guitarras similares.
Las posiciones intermedias te acercan al sonido Clapton de los 70s, con buen carácter y definición. En cuanto a la llavecita de dos posiciones, y si bien el propio Gilmour confiesa no haberla usado demasiado, suma mayores posibilidades sonoras a la clásica paleta que presenta la Stratocaster.

LA HISTORIA CUENTA que Gilmour compró su guitarra en Nueva York en Mayo de 1970, e hizo su primera aparición con ella en el disco “Atom Heart Mother”. Se trataba de una Stratocaster de finales de los 60s que reemplazó a otra que le había sido robada durante una gira con Pink Floyd. Para Gilmour, siempre fue… una herramienta de trabajo. La Fender Custom Shop trabajó junto a Phil Taylor, asistente del guitarrista, para lograr esta fiel réplica. La David Gilmour Fender Custom Shop viene con estuche, con una correa original, con un CD, con un libro (The Black Strat) que cuenta la historia de la guitarra, y con suficiente memorabilia como para satisfacer el hambre de los fans de Gilmour.
Hay que recordar que esta guitarra puede escucharse en discos como “The Dark Side of The Moon”, “Wish You Were Here”, “Animals”, “The Wall”, etc, etc. Casi nada ¿no?

Marcelo Roascio
Importa y distribuye: TodoMúsica

 

 

 

 

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