FENDER American Standard Stratocaster HSS

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Sus características actuales incluyen novedades en el tratamiento de la terminación del mango, nuevo puente, nuevos pikcups, y un estuche de super lujo.

Dentro de la nueva línea de guitarras Fender American Standard Stratocaster producidas en EE.UU., el modelo HSS (humbucker, single, single) es el de mayor potencia, debido sobre todo a la combinación de sus pastillas. En esta guitarra nos encontramos con sus dos Tex-Mex de bobina simple, y con su Diamondback de doble bobina. Veamos a continuación un completo cuadro de situación de este renovado modelo.

A lo largo de su historia, y sobre todo en los últimos años, Fender trató siempre de hacer honor a su herencia, la cual se retrotrae a la década del ’50. Es así como la Stratocaster fue la responsable de sonidos clásicos e individuales como los de Buddy Holly, Jimi Hendrix, David Gilmour, Eric Clapton, Mark Knopfler, Stevie Ray Vaughan, Jeff Beck, Ritchie Blackmore, Yngwie Malmsteen, Eric Johnson, y tantos otros.
Esta nueva versión de la American Standard incluye, por ejemplo, un puente que mezcla el diseño del sistema vintage original con sus seis puentecitos individuales (bent-steel saddles), con la base del nuevo sistema, el cual pivotea sobre dos pernos. También tenemos aquí un nuevo bloque metálico homogéneo (Copper Infused High Mass 100% Metal Bridge Block) por donde se “enhebran” las cuerdas, el cual está diseñado para aumentar el sustain del instrumento.
Por otra parte, si bien el frente del clavijero de la guitarra presenta una terminación brillante, la parte trasera del mango es opaca y satinada (satin polyurethane finish). Hablando del mango, éste tiene un formato tipo “C”, es de maple, y presenta un diapasón de palisandro con 22 trastes medium Jumbo y un radio de 241 mm. El clavijero de la guitarra trae seis clavijas die-cast selladas con distintas alturas, las cuales van de mayor a menor, de la 6ª a la 1ª cuerda, y también el acceso al ajuste del tensor Bi-Flexx. El mango está asegurado al cuerpo mediante cuatro tornillos. En el chapón metálico que se encuentra en esta sección, podemos observar el acceso al ajuste Micro-Tilt, que sirve para regular la inclinación del mango con respecto al cuerpo.

Si hablamos del cuerpo de esta American Standard HSS, podemos decir que el mismo es de aliso. Sobre él descansa el chapón plástico tricapa (pickguard) que lleva la sección electrónica. Como dijimos anteriormente, la guitarra trae dos pastillas de bobina simple y una doble, con la clásica llave de cinco posiciones, un control de volumen master, y dos potes de tono. El tono Nº 1 maneja los pickups del mango y del medio, y el tono Nº 2 el del puente y el de la combinación puente/medio.
Un detalle que no se ve, pero que hace al diseño del cuerpo de esta American Standard Stratocaster USA, es que mientras que anteriormente el mismo traía un agujero rectangular sobre el cual se montaba el pickguard, el actual trae cavados los formatos de los pickups (H/S/H). De esta forma, tenemos un cuerpo con mayor masa de madera, lo cual beneficia indudablemente al sonido del instrumento. Mención aparte para el nuevo estuche de fibra, el cual es sin dudas un lujo, con sus nuevas llaves de seguridad, y su interior forrado con plush, en el cual la Strato encaja a la perfección.

En acción, la American Standard Stratocaster resulta, por un lado, un instrumento liviano y fácil de manejar. Por el otro, su diapasón es lo suficientemente cómodo como para sentirse a gusto desde el primer momento. Además, los bordes de los trastes están prolijamente terminados, lo cual hace que al deslizarse la mano no encontremos salientes ni protuberancias. En cuanto al sonido, sus pastillas de bobina simple son algo más mediosas y con mayor volumen que las de, por ejemplo, una Strato vintage. El doble bobina suena potente, con buen ataque y sustain, y lo bueno –desde mi punto de vista- es que no desentona en el conjunto, O sea que no hay un salto excesivo entre el nivel de sonido de los de bobina simple y el de bobina doble, observando de este modo un paso suave entre las distintas posiciones tímbricas. En definitiva, un clásico que se renueva y refina, adaptándose a los tiempo que corren, pero sin perder lo que lo hizo famoso.