Fernandes Dragonfly Deluxe

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La compañía que allá por 1969 comenzó fabricando en Japón guitarras españolas, y que durante la década del '70 se hizo más conocida por sus reproducciones de modelos clásicos como la Stratocaster y la Les Paul, tiene hoy en día una extensa línea de instrumentos, con usuarios que incluyen a Robert Fripp y Adrian Belew (King Crimson), Steve Hackett (Genesis), Dave Kushner (Velvet Revolver), Steve Stevens (Billy Idol), Dominic Miller (Sting), Dave Navarro (RHCP), Andrés Gimenez (D-Mente), Mike Ckark (Suicidal Tendencies), Tony Campos (Static X), Jeff Walker (Carcass), etc.
Asimismo, Fernandes no sólo cuenta con su línea de guitarras y bajos, sino que tiene también un producto llamado "Sustainer", que es venerado en el mundo por producir sustain infinito. El "Sustainer" se incluye en los modelos Elite de las distintas líneas, o bien puede comprarse como un kit independiente e incorporarlo a una eléctrica determinada. Entre los usuarios de este sistema se destacan Steve Vai, Marty Friedman, Kerry King y The Edge, entre otros.

La guitarra que ocupa este reporte es la Dragonfly Deluxe, un instrumento que impacta a primera vista, y que luego de una breve inspección revela también una cuidada terminación.
Su formato se deriva de la serie APG que Fernandes fabricó en Japón a mediados de los '90. Su construcción tiene mucho de Les Paul, ya que junto con el mango encolado y un clavijero en ángulo, incluye un cuerpo macizo con un grosor que promedia los 4 cm. y una tapa abovedada. La Fernandes Dragonfly Deluxe trae cuerpo de caoba con doble cutaway, que permite un inmejorable acceso a los últimos trastes, y una tapa de maple canadiense 5A, con una terminación esfumada (tobacco sunburst). Todo el cuerpo lleva una cenefa color marfil que rodea su frente, la misma que bordea el mango y el clavijero. La trastera de palisandro incluye 24 trastes medium jumbo, incrustaciones de abalone, y una cejuela Graph Tech Trem Nut, que asegura el correcto paso de las cuerdas. El clavijero de la Dragonfly cuenta con el logo de la marca, el acceso al tensor, y seis clavijas Gotoh (3 + 3) con morsa trabacuerda. El diapasón de la guitarra es de caoba, con un formato en D, y trae una voluta en donde se produce la inclinación del clavijero, la cual asegura la resistencia de esta sección.
Todos los herrajes de la Dragonfly Deluxe son negros, e incluyen puente y cordal al estilo Les Paul/SG. Pasando a la parte electrónica, la guitarra viene de fábrica con un set de pickups EMG USA activos. El set es el mismo que usan, por ejemplo, los guitarristas de Metallica y Slipknot: EMG60 en el mango y EMG81 en el puente. Se incluye además una llave selectora de tres posiciones, junto con un volumen y un tono master.

Al tomarla por primera vez y tocarla desenchufada, notamos el buen volumen de la guitarra. Además, vale la pena destacar la prolijidad que presenta la terminación de sus trastes. Un detalle que personalmente me incomodó un poco es la cercanía entre sus dos pickups, lo cual se debe a que éste es un instrumento con 24 trastes. A pesar de ello, la diferencia de registro entre los dos EMG (neck & bridge) es bien notoria. El del mango tiene mucho cuerpo, con buena presencia en el rango de los agudos, haciendo que el sonido tenga la definición necesaria para no convertirse en impreciso. El mic del puente, sin tantos graves como el otro, logra la fórmula exacta entre medios y agudos, como para que su sonido tenga proyección y buen sustain.
Si bien el catálogo de Fernandes muestra, en su mayoría, a usuarios que transitan el género del heavy metal en sus distintas variantes, instrumentos como la Dragonfly Deluxe permiten una amplia variedad de sonidos, ya que responde de primera tanto en seteos limpios como en los más distorsionados. Y si a esto le sumamos materiales de primera, una cuidada terminación y un costo adecuado, tenemos una guitarra que merece ser tenida en cuenta a la hora de buscar un instrumento ciento por ciento profesional.

Marcelo Roascio