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On the track.


A guide to contemporary film scoring
Editorial: Routledge
Autores: Fred Karlin y Rayburn Wright
Idioma: Inglés

Los músicos pensamos, en ocasiones, que componer música para películas es exactamente igual que componer una canción. Decimos que si somos capaces de escribir una melodía también podemos musicalizar una determinada escena de un film.
Lo cierto es que ambas tareas son bastante diferentes. Basta leer un comentario extraído del libro, tomado a su vez de comentarios realizados por compositores reconocidos, en donde se expresa que el tiempo promedio de composición es de 3 a 4 minutos por día de trabajo. ¿Sorprendidos?
Con total seguridad, la tarea de componer música para películas es difícil, y cómo expresa el autor, debe realizarse en comunicación con los responsables de la realización del film
On the track ofrece información sobre todos los aspectos que el compositor debe conocer, desde las charlas iniciales con el director, productor, etc., hasta detalles de la mezcla final, pasando por cuestiones referidas a tiempos de trabajo, presupuesto, conceptos musicales, sincronización, utilización de la melodía, armonía, ritmo, orquestación y mucho más.
Todo el texto está repleto de citas y respuestas de compositores famosos, además de ejemplos expresados en palabras y en pentagramas, comentando los trabajos realizados en las bandas de películas famosas.
El libro está organizado en 8 partes, para un total de 24 capítulos y algo más de 530 páginas de tamaño grande. Hay que destacar, que debido a la cantidad de información contenida, el tamaño de la letra utilizada es un poco más pequeño que el que habitualmente se utiliza en libros de esta clase.
Los conceptos desarrollados por los autores son totalmente claros y prácticos. No por nada el responsable de firmar la apertura del libro es John Williams, quien sobre el final de su parte expresa que hubiera deseado que este material hubiese sido publicado cuando comenzó su carrera. Sin dudas, todo un elogio.

Contenido
La primera sección cubre lo que los autores denominan tareas preliminares, como las reuniones con los responsables del film; la manera de interpretar sus comentarios; descripciones de cada uno de los responsables de la película; comunicación, entre otros aspectos.
Por otra parte, se aborda el tema del contacto con el guión, y la manera de interpretarlo, buscando indicaciones del director a modo de sugerencias para ser tenidas en cuenta durante el proceso de musicalización. Inmediatamente, los autores tratan la utilización de modelos y pistas temporales como guías y demostraciones del avance del trabajo.
El siguiente capítulo está dedicado al momento de la elección de las escenas y tiempos exactos para los que se debe componer música. Resultan muy sugerentes los conceptos compartidos en este capítulo, ya que, como a lo largo de todo el texto, encontramos la experiencia de compositores, en este caso, durante la selección de los momentos de películas famosas en donde se determinó la utilización de música de fondo. El texto brinda detalles claros sobre la manera de enfrentar esta tarea, por supuesto, en compañía del director. El capítulo se cierra con una llamativa tabla que presenta la duración de películas, series de TV, y miniseries, comparada con la duración de la banda de sonido. Por ejemplo, Misión Imposible tiene una duración de 110 minutos, contra 60 minutos que dura la banda de sonido compuesta por Danny Elfman. Por otra parte, la película Límite vertical tiene una duración de 123 minutos contra 88 minutos de duración de su banda de sonido compuesta James Newton Howard.
Cierran definitivamente el capítulo las notas tomadas sobre los momentos exactos para la composición de la música de la película Harry Potter y la Cámara Secreta, en donde se aprecian los tiempos y las anotaciones realizadas por el compositor.
El último capítulo de la primera parte está dedicado a los presupuestos y tiempos de trabajo. Información totalmente útil, con datos de la realidad tomados de situaciones sucedidas durante el trabajo de varios compositores. En la lectura de este capítulo se puede apreciar la acotada cantidad de tiempo con la que muchas veces se trabaja, especialmente en la composición de música para series semanales o diarias de TV. Un muy buen capítulo que nos presenta la realidad de los números.
La segunda parte del libro cubre el tema del concepto musical a emplear en la composición de la banda sonora. Los autores destacan la importancia de encontrar el concepto adecuado. Por su parte, entre las frases tomadas de compositores, leemos que con el correr de los años algunos pasan más tiempo pensando e imaginando un concepto adecuado, que escribiendo música.
El texto menciona ejemplos de películas cuyas bandas sonoras se basan en fuertes conceptos. Luego, se muestran los pentagramas, con el objetivo que el lector pueda leerlos directamente, o mejor, transferirlos a un editor de partituras en su computadora, con el fin de poder apreciar el citado concepto.
A continuación el texto se encamina hacia la manera en cómo el compositor muestra su trabajo, en la forma de maquetas o demos, generalmente creados con secuenciadores, utilizando instrumentos electrónicos o virtuales.
La tercera parte del libro contiene sólo dos capítulos dedicados el mismo tema: la sincronización de la música con la película. A tal efecto se describen las técnicas utilizadas antes que la tecnología nos brinde las soluciones con las que hoy cuenta el compositor, y por supuesto, las actuales.
La parte siguiente de On the Track ingresa en el arte de la composición.
El extenso capítulo diez se abre con un concepto que expresa que antes de comenzar a escribir música se debe establecer la idea general, determinando qué y quiénes están en la escena; de esa manera se puede establecer el nivel emocional y expresivo de la banda de sonido.
Entre las secciones de este capítulo encontramos las que tratan la anticipación de la historia a través de la música, la captura de la idea o concepto de la película; el tipo de música para los títulos; el punto de vista al componer (es decir si pensamos la música desde el espectador o desde quien presenta el trabajo); la densidad de la música; utilización del silencio; música para diálogos, y más. Continuamente encontramos comentarios de situaciones reales, y también muchos pentagramas famosos, a modo de ejemplos musicales.
Al final del capítulo, los autores sugieren una serie de bandas de sonido, mencionando el lugar exacto de audición, para apoyar los conceptos vertidos en las diferentes secciones de esta parte del libro.
El capítulo que sigue aborda consejos para la composición, basándose en el género de la película.
A continuación se dan pautas para la composición, propiamente dicha, es decir, la preparación, planificación, organización. Por otra parte, se analizan temas como la unidad, variedad, tempo de la banda de sonido.
Los siguientes tres capítulos ingresan en la utilización específica de la melodía, armonía y ritmo al componer.
El paso que continua en el camino de esta serie de apasionantes tópicos corresponde a la orquestación y su importancia para destacar/ocultar determinados colores de la banda.
La quinta parte del texto está formada por lo capítulos correspondientes a la grabación y mezcla. En cada una de las secciones de ambos capítulos se tratan absolutamente todos los aspectos que el lector debe conocer. Entre los detalles, apreciamos hojas originales, con anotaciones manuales realizadas durante las sesiones de grabación y mezcla.
El capítulo 20 abre la sexta parte del libro tratando la utilización de música electrónica para componer bandas de sonido, aunque el término “electrónica” también hace referencia a la utilización de efectos de guitarra, por ejemplo, o a la utilización de determinados procesos para modificar grabaciones de instrumentos acústicos, como podría ser el caso de la modificación de afinación y tempo de una pista.
Dentro de las secciones encontramos continuas referencias a la efectividad de la integración de sintetizadores con orquestas, implementadas por muchos compositores, que podríamos haber imaginado como “más clásicos”.  
Continuando con la idea del capítulo anterior, el que sigue describe la utilización de música contemporánea, es decir música orientada hacia el Rock, Pop, Jazz, y demás géneros comerciales. Como antes, sobre el final se presenta una lista de películas en donde sus compositores utilizaron elementos contemporáneos. Como es de esperar, en este capítulo se hace hincapié en la utilización de instrumentos típicos de bandas de Rock y Pop.
El libro continúa con un capítulo especial dedicado a la composición de música para televisión.
La séptima parte del libro se inicia con el foco puesto sobre cómo manejar situaciones donde el compositor debe trabajar en escenas donde hay cantantes, músicos, bailarines, en escena.
Esta parte del texto continúa abordando el tema de la utilización de canciones especialmente escritas para la banda de sonido, como por ejemplo en My heart will go on, de la película Titanic.
El capítulo pone mucho énfasis en las letras de las canciones, las que buscan destacar elementos importantes de la película. Dentro, encontramos letras de canciones utilizadas en películas, en donde los autores analizan ciertos fragmentos que destacan las características de los personajes.
Finalmente, el libro se cierra con una octava parte dedicada, con su único capítulo, a los negocios. Allí, se brindan datos de suma importancia para el músico que planea iniciar su carrera como compositor de música para películas.

Notas finales
Como cierre, se incluyen datos de los compositores mencionados en el libro; procedimientos para calcular eventos dentro una película, y un completo glosario, entre otros detalles.
On the track es un libro estupendo, que no escatima en brindar detalles acerca del complejo mundo de la composición de música para películas. Es posible que muchos músicos piensen en dedicarse a componer música para ese género, pero es muy probable que desconozcan la cantidad de factores que se deben tener en cuenta. On the track les permite conocer todos los aspectos que deberían tener en cuenta.
Es, sin exagerar, una lectura obligada para el compositor que desea ingresar al maravilloso mundo de la creación de música para ambientar escenas.

Más información
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